Te observo pasear con tu aparato. ah, eres demasiado estúpido para dejarte segar como la hierba, eres demasiado estúpido para dejar que nada te viole... las chicas no se servirán de sus cuchillos contigo, no quieren, su afilada hoja se desperdiciaría contigo, sólo estás interesado en los partidos de béisbol, las películas del oeste y las hojas de hierba. ¿no puedes encajar aunque sólo sea uno de mis cuchillos? aquí tengo uno antiguo: me lo clavaron en 1955, ahora está muerta, no dolería mucho. no te puedo dar este último, aún no me lo puedo sacar, pero hay uno de 1964, ¿que tal si me libras de este de 1964? hombre que cortas el césped ahí enfrente, ¿no tienes algún cuchillo alojado en las entrañas donde desapareció el amor? hombre que cortas el césped ahí enfrente, ¿no tienes algún cuchillo alojado en lo más hondo del corazón donde desapareció el amor? hombre que cortas el césped ahí enfrente, ¿no ves a las jovenciats que caminan por las aceras ahora mismo con cuchillos en el bolso? ¿no ves sus preciosos ojos y vestidos y cabello? ¿no ves sus preciosos culos y rodillas y tobillos? hombre que cortas el césped ahí enfrente, ¿eso es todo lo que ves, esas hojas de hierba? ¿eso es todo lo que oyes, el zumbido del cortacésped? yo alcanzo a ver hasta Italia hasta Japón hasta Honduras veo a las jovencitas afilando sus cuchillos por la mañana y a mediodía y por la noche, y sobre todo por la noche, ay, sobre todo por la noche. ("Hombre Que Corta El Césped Ahí Enfrente" por Charles Bukowski.)