La FORA no ve en el sindicalismo en sí, otra cosa de lo que en verdad puede ser: “un medio”; un medio que por estar en manos de los desheredados, está colocado de frente al régimen de inequidad, pero un medio que al fin, bien mirado, no deja de ser hijo de ese mismo régimen. Formado en las entrañas de la sociedad burguesa, entre las corrientes autoritarias del medio ambiente, el sindicalismo es un arma que, por serlo precisamente, puede prestarse tanto para la causa del bien como para la del mal, (y adviértase que es más fácil que las armas se presten para el mal que para el bien).