Noche
Los mostradores del cinc pasan por las cloacas
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.
En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el Poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.
El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la Vida es una pitanza profunda.
Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna
la lluvia es fresca
el vientre está bien.
Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la Vida está vacía
la cabeza está lejos.
En alguna parte un Poeta piensa.
No tenemos necesidad de la Luna
la cabeza es grande
el mundo está atestado.
En cada aposento
el mundo tiembla
la Vida engendra algo
que asciende hacia los techos.
Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.
En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.
Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea aérea.
El Verbo brota del Sueño
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.
El vaso y el vientre chocan:
la Vida es clara
en los cráneos vitrificados.
El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde
el vacío gira.
La vida pasa por el pensamiento
del poeta melenudo.
Autor: Antonin Artaud
Año:1920 Aprox.
Lugar: Francia.
Libro: Oeuvres complètes (tome I).